https://youtu.be/8xZ3nkuzlDU
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) decretó en 2007 el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, una fecha con la que se busca no solo reflexionar sobre este trastorno, sino también hacer crítica social a quienes no conocen sobre él y debido a la falta de información, incrementan la discriminación y reducen la posibilidad de ayudar a quienes lo padecen.
La ONU indica que el significado de este día busca "poner de relieve la necesidad de mejorar la calidad de vida de los niños y adultos autistas para que puedan tener una vida plena y digna". Sin embargo, para nadie es un secreto que uno de los mayores desafíos que enfrenta esta condición es la ignorancia, pues es ésta la que genera tantos miedos, críticas y preocupaciones en torno al tema.
La particularidad de esta fecha, no es difundir información sobre una enfermedad, como el día internacional contra el cáncer de mama, sino de instar a aceptar esta condición en los seres humanos y mostrar orgullo respecto a las personas que la tienen.
No sólo se trata de niños
Las campañas en los medios de comunicación sugieren que el autismo es sólo cosa de niños, pero ¿qué pasa cuando el niño con autismo se convierte en adulto?
Líderes mundiales como el papa Francisco han exhortado a la inclusión social de las personas con autismo, pues es todo un reto para las sociedades integrarlos al campo laboral pese a que está comprobada la capacidad y retentiva de estas personas.
El presidente de Autismo España pidió que se eliminen mitos como que las personas con autismo están ensimismadas y nunca actúan."Eso es falso. Con un apoyo y entrenamiento, la socialización es algo que se puede trabajar", afirmó.
Los estereotipos son el principal problema de las personas con autismo, debido a que la sociedad puede señalar a una persona con dificultad para asimilar las metáforas como una persona "con problemas".
¿Qué es el autismo?
Especialistas de varios países afirman que el trastorno del espectro del autismo, se manifiesta de manera distinta en cada persona. Sus síntomas más frecuentes son: aislamiento, contacto visual fugaz, obsesión por el orden, anomalías en el lenguaje, rechazo del contacto físico, apego inapropiado a objetos, hiperactividad o hipoactividad, incapacidad de interacción social, ausencia de capacidad imaginativa y estereotipias (movimiento sin control de alguna parte del cuerpo).
Esta condición, lejos de ser irreversible, es completamente tratable e incluso su sintomatología puede desaparecer por completo; pero requiere de un buen tratamiento médico, una dieta estricta y mucho apoyo familiar.
Es absurdo decir (e incluso pensar) que las personas con autismo no pueden desarrollar talentos, pero hay que reconocer que entre las trabas que se deben superar para desencadenar este potencial se encuentran una escasez de formación profesional, un apoyo insuficiente a la inserción laboral y una discriminación generalizada.
Autismo: El reto de aceptar lo diferente
En las búsquedas por conceptualizarlo, el autismo ha sido concebido como un trastorno generado por un desorden del sistema inmune, que conlleva a actitudes muy particulares (manifestadas en los tres primeros años de edad) y que al final afecta el funcionamiento del cerebro.
En la etapa preescolar, el niño empieza a parecer extraño porque no habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No establece contacto con los demás de ninguna forma. Estos niños autistas pueden presentar conductas agresivas, incluso para sí mismos.
En la adolescencia, se dice que 1/3 de los autistas suelen sufrir ataques epilépticos, lo cual hace pensar en una causa de origen nervioso.
Pese a que estas estadísticas pueden causar temor. En la actualidad una infinidad de especialistas indican que la presencia del autismo es una señal de alerta pero es una condición que puede cambiarse. Algunas de las actividades que más recomiendan a los niños con este trastorno son juegos que estimulen la comunicación, el desarrollo motríz y la integración.
¿Qué hacer ante el autismo?
Según investigaciones de la OMS, se ha descubierto que al tratar las serias condiciones del sistema gastrointestinal, metabólico e inmunológico, las actitudes autistas empiezan a desaparecer.
Siendo esto así, hay que entender que el autismo no es entonces una enfermedad incurable sino más bien una condición recuperable y reversible.
"El autismo es evitable, tratable y curable", defiende la Fundación Venciendo de Autismo de Jalisco (México) en su portal Web.
El dato: El autismo es definido casi siempre por sus carencias, a pesar de que existen autistas sumamente brillantes. Por otro lado, se le conoce como un trastorno del espectro, lo que significa que se manifiesta en diferentes formas y de ahí viene su clasificación según los síntomas que van de leves a severos.