miércoles, 30 de septiembre de 2015

Noam Chomsky

Noam Chomsky habla de Bernie Sanders, Jeremy Corbyn y el potencial de la gente común para traer un cambio radical. Entrevista

Noam Chomsky 

27/09/2015
A lo largo de su ilustre carrera, Noam Chomsky ha mostrado especial interés en cuestionarse (y en animarnos a cuestionar) las premisas y normas que dictan sobre nuestra sociedad.
Después de una conferencia sobre poder, ideología y la política exterior de los EE. UU. celebrada en la New School de Nueva York, el periodista italiano independiente Tommaso Segantini se sentó con el profesor de 86 años para debatir alguno de estos temas y su relación con los procesos de cambio social.
Desde una postura radical, el progreso implica pinchar la burbuja de la inevitabilidad. Aplicar la austeridad, por ejemplo, “es una decisión política tomada por sus diseñadores a favor de sus propios intereses”. No se toma, según Chomsky, “en razón de ley económica alguna”. El capitalismo americano también se beneficia de la enajenación ideológica, ya que a pesar de su vínculo con el libre mercado, se expande gracias a subvenciones de las cuales se benefician algunos de los actores privados más importantes. Esa burbuja también debe ser pinchada.
Además de debatir la contingencia de un cambio social, Chomsky habló sobre la crisis de la eurozona, de si Syriza podría haber evitado someterse a los acreedores de la deuda griega y de la relevancia de los papeles que tomarán el recién elegido líder laborista Jeremy Corbyn y el candidato en las primarias del Partido Demócrata Bernie Sanders. Se muestra sobriamente optimista: “a lo largo de la historia, se da una especie de trayectoria general hacia una sociedad más justa, con retrocesos y alteraciones en su curso”.
En una entrevista, hace un par de años, afirmó que el movimiento Occupy Wall Street (OWS) había creado un sentimiento extraño de solidaridad en los EE. UU. El 17 de septiembre fue el cuarto aniversario de este movimiento. ¿Cómo valoras los movimientos sociales como OWS nacidos durante los últimos 20 años? ¿Han podido provocar algún cambio real? ¿Cómo pueden mejorar?
Sí han tenido impacto, aunque no se han materializado en movimientos estables y constantes. Se trata de una sociedad muy atomizada; son pocas las organizaciones que persisten y tienen memoria institucional, que saben cómo dar el siguiente paso y ese tipo de cosas.
Esto se debe, en parte, a la destrucción del movimiento obrero, que solía servir como una base firme para muchas otras actividades. Ahora, prácticamente, se podría decir que las únicas instituciones estables son las iglesias. Hay muchos fenómenos de base parroquial.
Es difícil que los movimientos se consoliden. A menudo surgen movimientos de jóvenes, los cuales tienden a ser transitorios. Por otra parte, existe un efecto acumulativo y nunca se sabe cuándo algún fenómeno se transformará en un movimiento mayor. Ya lo hemos visto a lo largo de la historia, como pasó con los movimientos por los derechos civiles o con los movimientos feministas. Por tanto, lo mejor es seguir intentándolo hasta que alguno termine por despegar.
La crisis del 2008 mostró claramente las fallas de la doctrina económica neoliberal. No obstante, parece que las recetas neoliberales se mantienen y todavía se aplican en muchos países. ¿Por qué, incluso tras los trágicos efectos de la crisis de 2008, la doctrina neoliberal parece ser tan resistente? ¿Por qué no ha habido todavía una respuesta fuerte como la que hubo posteriormente a la Gran Depresión?
En primer lugar, las respuestas europeas han sido mucho peores que las respuestas en EE. UU., lo cual es bastante sorprendente. En los EE. UU. hubo tímidos esfuerzos de estímulo, expansión cuantitativa, etcétera, lo que permitió que la economía se recuperase progresivamente.
De hecho, la recuperación tras la Gran Depresión fue más rápida en muchos países de lo que lo es hoy, por muchos motivos. En el caso de Europa, una de las principales razones es que el establecimiento de una moneda única resultó ser un desastre, tal como muchos han señalado. Los mecanismos necesarios para dar respuesta a la crisis no existen en la UE. Por ejemplo, Grecia no puede devaluar su moneda.
La integración europea tuvo efectos muy positivos en algunos aspectos y muy dañinos en otros. Especialmente, al encontrarse bajo la dirección de poderes económicos extremadamente reaccionarios, que imponen políticas que son económicamente destructivas y que, básicamente, son una expresión de la lucha de clases.
¿Por qué no ha habido reacción? Bueno, los países débiles no cuentan con el apoyo de los otros. Si Grecia tuviese el apoyo de España, Portugal, Italia y otros países, quizás hubiera podido resistir a los poderes eurocráticos. Estos son casos especiales que tienen que ver con los fenómenos actuales. Recuerda que, en la década de 1930, las respuestas no fueron especialmente atractivas. Una de ellas fue el Nazismo.
Hace varios meses, Alexis Tsipras, el líder de Syriza, fue nombrado Primer ministro de Grecia. Al final, sin embargo, tuvo que hacer muchas concesiones dada la presión que sufrió por parte de los poderes financieros y se vio obligado a ejecutar duras medidas de austeridad.
¿Crees que, en general, un cambio auténtico puede llegar si un líder de izquierda radical consigue gobernar? ¿O los Estados han perdido demasiada soberanía, de modo que son demasiado dependientes de las instituciones financieras, capaces de castigarlos si no siguen las normas del libre mercado?
Como he dicho, en el caso de Grecia, si hubiese habido un apoyo popular a su favor, de otros partes de Europa, Grecia podría haber sido capaz de afrontar el ataque de la alianza bancaria eurócrata. Pero Grecia estaba sola, no tenía muchas opciones.
Hay muy buenos economistas, como Joseph Stiglitz, que creen que Grecia debería haberse ido de la zona euro. Ese es un paso muy arriesgado. Grecia tiene una economía muy pequeña, no tiene un alto nivel de exportaciones y sería demasiado débil para soportar las presiones del exterior.
Hay gente que critica las tácticas de Syriza y la postura que tomó, pero creo que es difícil ver las opciones que tenían, dada la falta de apoyo externo.
Imaginemos, por ejemplo, que Bernie Sanders gana las elecciones presidenciales de 2016. ¿Qué crees que pasaría? ¿Podría llevar a cabo cambios radicales en las estructuras de poder del sistema capitalista?
Supongamos que Sanders gana, lo cual es muy poco probable en un sistema de elecciones compradas. Estaría solo. No cuenta con representantes en el Congreso, ni con gobernadores afines, ni con legisladores en los Estados, ni con apoyo en la burocracia. Estando solo en este sistema, no se puede hacer mucho. Una alternativa política real necesitaría un carácter generalizado, no solo un inquilino en la Casa Blanca.
Tendría que ser un movimiento político amplio. De hecho, creo que la campaña de Sanders es muy valiosa, ya que saca a debate temas nuevos, presiona a los demócratas de las corrientes prevalecientes para que tomen posturas un poco más progresistas y moviliza a un gran sector de las fuerzas populares. El resultado más positivo sería que esta movilización permaneciese tras las elecciones.
Es un grave error acudir movilizados a la batalla electoral y después irse a casa. No es así cómo se dan los cambios. La movilización podría llevar a una organización popular constante que quizás dé efectos en el largo plazo.
¿Qué opinas de la emergencia de figuras como Jeremy Corbyn en el Reino Unido, Pablo Iglesias en España o Bernie Sanders en EE. UU? ¿Hay un nuevo movimiento izquierdista en alza o tan solo son respuestas puntuales a la crisis económica?
Depende de la reacción popular. Pongamos el caso de Corbyn en Inglaterra: son duros los ataques que sufre, y no solo de parte de las élites conservadoras, sino también de los cuadros laboristas. Con suerte, Corbyn será capaz de defenderse ante ese tipo de ataques, pero depende de la reacción del pueblo. Si este está dispuesto a apoyarle, ante las difamaciones y las tácticas destructivas, entonces, veremos los cambios. Lo mismo sucede con Podemos en España.
¿Cómo se puede concienciar a un número tan grande de personas sobre temas tan complejos?
No es tan difícil. La tarea de las coordinadoras y activistas es ayudar a que la gente comprenda y reconozca que son los poseedores del poder, que no están indefensos. La gente siente impotencia, y eso tenemos que superarlo. De eso se trata la coordinación y el activismo.
A veces funciona, a veces falla, pero no hay secreto alguno. Es un proceso que lleva tiempo, como siempre lo ha sido. A lo largo de la historia, se da una especie de trayectoria general hacia una sociedad más justa, con retrocesos y alteraciones en su curso.
¿Dirías, por lo tanto, que durante tu vida, la humanidad ha progresado en la construcción de una sociedad que de algún modo sea más justa?
Se han dado enormes cambios. Date un paseo por aquí, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y echa un vistazo al cuerpo estudiantil. La mitad son mujeres, un tercio son minorías, vestidos de modo informal, y se relacionan entre ellos, etc. Cuando vine aquí, en 1955, solo se veían hombres blancos, con chaquetas y corbatas, muy educados, obedientes, sin hacer muchas preguntas. Eso es un cambio enorme.
Y no solo aquí, sino en todos lados. Ni tú ni yo seríamos así, y de hecho, probablemente tú no estarías aquí. Esos son algunos de los cambios culturales y sociales que se han dado gracias al compromiso y la dedicación del activismo.
Otras cosas no han cambiado, como el movimiento obrero, que ha sufrido reiteradamente graves ataques durante la historia americana y especialmente durante los primeros años de la década de 1950. Hoy se encuentra seriamente debilitado, dado que su presencia es marginal en el sector privado, y ahora se enfrenta a ataques en el sector público. Esto es un retroceso.
Las políticas neoliberales son, definitivamente, un retroceso. Para la mayor parte de la población estadounidense, la última década está marcada por el estancamiento y el declive, y no por causa de ninguna ley económica. Se trata de políticas. Del mismo modo, la austeridad no es una necesidad económica en Europa (de hecho, es un sinsentido económico). Pero es una decisión política tomada por sus diseñadores a favor de sus propios intereses. Básicamente, creo que es una dimensión de la lucha de clases, a la que podemos responder, aunque no sea fácil. La historia no se desarrolla en línea recta.
¿Cómo crees que sobrevivirá el sistema capitalista, teniendo en cuenta su dependencia de los combustibles fósiles y su impacto sobre el medio ambiente?
Lo que llamamos sistema capitalista no tiene mucho que ver con ningún modelo de capitalismo o de mercado. Tomemos el ejemplo de las industrias de los combustibles fósiles: un estudio reciente del FMI ofrece un cálculo de las ayudas públicas que las empresas energéticas reciben de los gobiernos. La cifra total es colosal. Creo que se situaba en torno a los 5 billones anuales. Eso no tiene nada que ver con los mercados o con el capitalismo.
Y lo mismo sucede con otras componentes del llamado sistema capitalista. Hasta ahora, en los EE. UU. y otros países occidentales, ha habido durante el periodo neoliberal un aumento marcado de la financiarización de la economía. Las instituciones financieras en los EE. UU. gozaron de alrededor de un 40% de beneficio en la víspera del desplome de 2008, del cual son responsables en gran medida.
Hay otro estudio del FMI que investigó los beneficios de la banca estadounidense y mostró que esta dependía casi enteramente de las ayudas públicas tácitas. Existe un tipo de garantía (no está escrita, pero es una garantía implícita) de rescate de la cual gozarán si empiezan a padecer problemas. A ello se le llama ser demasiado importante para fallar.
Y por supuesto que las agencias de calificación de riesgos lo saben y lo tienen en cuenta. Con calificaciones de crédito altas, las instituciones financieras consiguen tener un acceso privilegiado al crédito barato, ayudas públicas si las cosas salen mal y muchos otros incentivos, lo cual efectivamente se suma al total del beneficio obtenido. La prensa económica intentó calcular esta cantidad y dio una cifra de 80.000 millones USD al año. Eso no tiene nada que ver con el capitalismo.
Lo mismo sucede con muchos otros sectores económicos. Por tanto, la pregunta real es: ¿sobrevivirá el capitalismo de Estado, que eso es lo que es, al uso continuado de combustibles fósiles? Y la respuesta es, por supuesto, no.
Por ahora, existe un consenso considerablemente fuerte entre los científicos que dicen que la gran mayoría de los combustibles fósiles restantes, quizás el 80 por ciento, debieran permanecer en la tierra si queremos evitar un aumento de las temperaturas que sería letal. Y eso no está sucediendo. Es posible que los humanos estemos destrozando las posibilidades de sobrevivir decentemente. No todo el mundo moriría, pero traería cambios dramáticos para el mundo.
es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge, Mass.

martes, 22 de septiembre de 2015

especialización en Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología

La UBA lanza un nuevo posgrado sobre comunicación científica

La ciencia como noticia

La especialización en Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología fue creada por las facultades de Ciencias Exactas, Sociales y Filosofía. La formación hará énfasis en “los aspectos sociales, políticos, éticos y económicos implicados” en la producción científica.

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La divulgación de noticias sobre ciencia y tecnología resulta fundamental para la sociedad, no sólo porque le permite estar al corriente de los avances que se producen en el mundo científico, sino también porque esa información constituye un insumo valioso para imaginar nuevos horizontes, tomar decisiones o participar de los debates de relevancia pública. Con esta idea como punto de partida, y con el objetivo de formar profesionales debidamente capacitados para desarrollar esta tarea, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA lanzó, junto con las facultades de Ciencias Sociales y de Filosofía y Letras, la carrera de especialización en Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología. El posgrado, que está destinado a graduados de cualquier carrera de al menos cuatro años de duración, comenzará a dictarse en el primer cuatrimestre de 2016.
Según explicó a Página/12 la directora del posgrado, Susana Gallardo, la creación de esta carrera es un viejo proyecto de Exactas, que desde 1993 dicta cursos de introducción a la divulgación científica y que a lo largo de los años ha ido advirtiendo la necesidad de complejizar la oferta. “Hace 30 años, cuando Enrique Belocopitow creó el Centro de Divulgación Científica y Técnica en el Instituto Leloir, el objetivo era que la ciencia estuviera en los medios y que la información fuera correcta. Con el correr de las décadas fue desarrollándose la idea de que no se trataba sólo de transmitirle información a la gente, sino que era necesario entender los aspectos sociales, políticos, éticos y económicos implicados”, explicó Gallardo.
A partir de ese momento en que la divulgación científica dejó de ser pensada como “la traducción de un paper a lenguaje sencillo”, fue imperioso nutrir a los comunicadores de un conocimiento más integral. En orden de atender a esa necesidad, el plan de estudios propuesto, que tiene una duración anual, consta de ocho asignaturas teóricas, tres talleres y más de cincuenta horas de seminarios de contenido científico-tecnológico, que serán dictados por reconocidos investigadores. En principio será dictada en la sede de Exactas, en Ciudad Universitaria, pero está previsto que luego rote por Sociales y Filosofía y Letras.
Entre las materias del programa se cuenta Perspectiva crítica de la producción y circulación de conocimientos científico-tecnológicos, que invitará a los alumnos a reflexionar sobre los discursos en torno de la ciencia y a discutir la idea que les asigna a los postulados científicos el carácter de oráculos o “palabra santa”. “Lo que se busca es que el periodista tenga una actitud crítica sobre lo que está trasmitiendo, que no sea una idealización de la ciencia, que es lo que se ha hecho habitualmente”, sostuvo Gallardo. Por otro lado, la asignatura Socialización para la participación ciudadana en el desarrollo científico-tecnológico hará énfasis en la necesidad de que la información que se incorpore “pueda ser utilizada” por la sociedad, es decir, que sirva como una herramienta para la discusión y el mejoramiento de la vida en común.
En una evaluación sobre el panorama actual de la información sobre ciencia, Gallardo consideró que los medios gráficos le destinan menos espacio que antes y que eso se hace evidente en la progresiva desaparición de los suplementos especializados. De todos modos, señaló que las tecnologías recientes ofrecen nuevas oportunidades de divulgación, lo que ha dado lugar a una mayor circulación de información científica en blogs y redes sociales, por ejemplo. Por otro lado, destacó que cada vez más instituciones públicas –como el Conicet o el Ministerio de Ciencia y Tecnología– invierten en la creación de gabinetes de comunicación para dar a conocer la información interna. En sintonía con estos movimientos, la carrera de especialización está pensada para formar profesionales capaces de hacer un uso criterioso de las fuentes científicas disponibles y de generar productos informativos diversos, acordes a los diferentes públicos y plataformas.
Informe: Delfina Torres Cabreros.
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lunes, 21 de septiembre de 2015

Ciencia de la sostenibilidad

Educación ambiental / Educação ambiental

Ciencia de la Sostenibilidad: ¿Una nueva disciplina o un nuevo enfoque para todas las disciplinas?
Sustainability Science: A new discipline or a new approach for all disciplines?

Amparo Vilches       
Profesora del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales, Universitat de València
Daniel Gil Pérez      
Profesor jubilado del Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales, Universitat de València
Artículo recibido / Artigo recebido: 19/11/14; aceptado / aceite: 17/06/15
Resumen
Al inicio de este siglo XXI comenzó a desarrollarse un nuevo dominio científico, la Ciencia de la Sostenibilidad, con el objetivo explícito de hacer frente a la actual situación de emergencia planetaria e impulsar la transición a sociedades sostenibles. Una nueva forma de hacer ciencia para un nuevo período de la historia de la humanidad, el Antropoceno, en el que el planeta está experimentando grandes cambios, debidos principalmente a la acción de los seres humanos, que amenazan la supervivencia de la propia especie humana. Nuestro propósito en este trabajo ha sido analizar en qué medida esta Ciencia de la Sostenibilidad puede realmente contribuir a la necesaria transición a la Sostenibilidad. Con ese objeto hemos estudiado su desarrollo desde sus orígenes hasta la actualidad. Por otra parte hemos estudiado si las características de la Ciencia de la Sostenibilidad suponen una mejora real respecto a las contribuciones que numerosas disciplinas (desde la Educación Ambiental a la Química Verde o la Economía baja en carbono) venían haciendo a la resolución de problemas socioambientales. Los resultados de estos análisis permiten, en primer lugar, reconocer un planteamiento radicalmente novedoso, con las características de una auténtica revolución científica, susceptible de contribuir muy significativamente a la transición a la Sostenibilidad. En segundo lugar, los criterios cuantitativos manejados llevan a constatar el extraordinario vigor de la nueva disciplina. Sin embargo, nuestros análisis han permitido también confirmar que la constitución de la Ciencia de la Sostenibilidad como disciplina académica encierra riesgos a los que debemos y podemos hacer frente.
Palabras clave
Relaciones Ciencia-Tecnología-Sociedad-Ambiente (CTSA) | Educación para la Sostenibilidad | Emergencia planetaria | Ciencia de la Sostenibilidad.
Abstract
At the beginning of this 21st century, a new scientific domain, the Sustainability Science, begun to develop with the explicit aim of facing the present situation of planetary emergency to make possible the transition to sustainable societies. It intends to be a new way of doing science for a new period of Earth’s history, the Anthropocene, when the planet is experiencing deep changes, mostly due to human actions, that threaten the survival of humanity. The aim of the research we are presenting here has been to ascertain if this new Sustainability Science can contribute significantly to the necessary transition to Sustainability. With this purpose, we have studied available information about its development from its origin till nowadays. On the other hand, we have analyzed if the Sustainability Science’s characteristics introduce real improvement with respect to the contributions that many disciplines –such as Environmental Education, Green Chemistry, or Low-carbon Economy- were already doing to the resolution of socio-environmental problems. The results obtained allow us to affirm that the Sustainability Science incorporates a radically new approach, with the characteristics of a truly scientific revolution, capable of contributing very efficiently to the transition to Sustainability. Besides, the quantitative criteria used show that the new discipline is developing vigorously. Nonetheless, our analyses have as well shown that the constitution of the Sustainability Science as a new academic discipline, involves serious risks that must and can be overcome.
Keywords
Science-Technology-Society-Environment Relationships (STSE) | Education for Sustainability | Planetary Emergency | Sustainability Science.
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miércoles, 16 de septiembre de 2015

Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas

Un debate electoral sobre políticas científicas

Ciencia en las urnas

Referentes del FpV, Cambiemos y Progresistas debatieron sus propuestas en una jornada organizada por el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas. El desarrollo en materia de ciencia, tecnología e innovación productiva. Consenso, políticas de Estado y el largo plazo.

Por Ignacio Jawtuschenko
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Carlos Gianella (FpV), Danya Tavela (Progresistas) y Carlos Melo (Cambiemos), en la Academia Nacional de Medicina.
La ciencia y la tecnología son instrumentos poderosos, capaces de producir cambios sociales. Uno de los indicadores que distingue a los países ricos de los pobres es el nivel de producción y utilización de conocimientos. En el país, tras décadas de gobiernos desinteresados por el quehacer científico, y escaso apoyo estatal, en la actualidad hay consenso respecto al lugar central que debe ocupar la investigación científica para el desarrollo. Esto se vio en la Academia Nacional de Medicina, escenario de un debate organizado por el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas (EPAC) en el que representantes de los equipos de ciencia y tecnología de los principales candidatos presidenciales debatieron sobre el papel de la ciencia y los objetivos para el sector de cara al nuevo gobierno.
Los expositores presentaron sus propuestas y hacia el final del encuentro acordaron la firma de un documento que condensa los principales puntos de acuerdo vinculados al área.
Participaron la magister Danya Tavela por el Frente Progresistas; el doctor Carlos Melo por el equipo de Ciencia y Técnica de Cambiemos; y el Ingeniero Carlos Gianella en representación del Frente para la Victoria.
Primero, Danya Tavela, vicerrectora de la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires (Unnoba) y representante del espacio liderado por Margarita Stolbizer sostuvo: “Para nosotros la ciencia constituye el elemento catalizador para lograr el desarrollo económico; por eso, apuntamos a diseñar un conjunto de políticas públicas que fortalezcan el campo, desde la perspectiva del nuevo paradigma de que piensa a la investigación desde la resolución de problemas.” Para cumplir con este objetivo, “si bien el aporte del Estado será clave, también se requerirá de la participación de los privados en el diseño y la puesta en marcha de las innovaciones productivas”. Tavela, que es candidata a diputada nacional del Frente Progresistas, sostuvo que uno de los problemas es que la Agencia Nacional de Promoción Científica financia con fondos internacionales, y es necesario que la investigación se haga con recursos propios. Propuso también una reforma tributaria que incentive “la incorporación de tecnología y recursos humanos calificados” en las empresas. “Apuntamos a fortalecer los programas de formación de empresas de base tecnológica y generar fondos propios y específicos que no dependan de las dificultades internacionales de índole macroeconómica”. “Tenemos una plataforma excelente, llegó el momento de consolidar la transferencia y aumentar el número de patentes”, dijo.
Respecto de las políticas de innovación productiva destinadas a articular el sector público y el privado Tavela, afirmó: “Nuestra mirada es regional, porque estamos convencidos de que el desarrollo de la Argentina no llegará de la mano de grandes empresas internacionales, sino cuando podamos poner en valor las economías regionales que tienen mucha potencialidad pero deben ser más competitivas”.
A su turno, Carlos Melo, director general de Ciencia y Tecnología de la Ciudad de Buenos Aires, representó al equipo de ciencia y técnica de Cambiemos, coalición conformada por el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, y dijo que su exposición expresaba el pensamiento de Mauricio Macri. Melo describió el escenario como un “momento inmejorable para la transformación”, e indicó que “por primera vez estamos ante la oportunidad de que la ciencia y la tecnología sea una política de Estado. Siempre contamos con científicos de primerísima y nunca fuimos muy capaces de traducir las investigaciones en resultados que impacten a una escala importante en la sociedad”, deslizó.
Luego, reconoció la labor realizada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología Nacional y el aumento de la cantidad y la calidad de investigadores, aunque criticó el sistema de evaluación de organismos científicos, y reclamó que se podría incrementar aún más el presupuesto. En esta línea señaló: “La optimización de recursos, el trabajo coordinado interministerial y la prospección a futuro son asuntos que dejan mucho que desear y que nosotros apuntamos a mejorar”. Además, “nuestras patentes caen en número, se prioriza patentar afuera. Es una tendencia que necesitamos revertir de cara al futuro”, añadió.
“Nuestra meta es incrementar el financiamiento de préstamos internacionales y las inversiones del sector privado, así como también la cantidad de investigadores”, agregó. También señaló que “implementaremos el pago variable a los investigadores en función de los resultados obtenidos, pues, quien mejor realiza su trabajo debe sentir que está recibiendo mejor remuneración”.
–Usted destacó varios logros del actual gobierno. ¿Cómo explica las críticas de Macri respecto de que las empresas satelitales no funcionan y que el desarrollo tecnológico es un despilfarro? –le preguntó luego Página/12.
–Sin dudas puede ser una contradicción, pero son cosas que se dicen, se pueden estudiar y corregir. Yo no estaba en ese momento en el cargo. La que presenté es una propuesta que se ha trabajado a conciencia, y todo indica que hay voluntad política de llevarla a cabo, no pondría en juego mi prestigio como investigador. De todos modos creo que se derrochan recursos en el camino de traducir las investigaciones en desarrollos tecnológicos.
Como cierre de la jornada, el ingeniero Carlos Gianella, subsecretario de Ciencia y Tecnología de la provincia de Buenos Aires, expuso en representación del candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli. Gianella se encargó de destacar “las conquistas cosechadas durante la última década” pero “sin resignarse a seguir mejorando”. “Observamos una madurez del sistema; existe conformidad con lo realizado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, pero ello no significa que no busquemos hacer muchísimas cosas más”, sostuvo Gianella. “Para nosotros la ciencia y la tecnología son esenciales para el desarrollo del país. Nunca van a ser un factor de ajuste, como en otras épocas”. expresó. Y dijo que las experiencias de gestión de los candidatos, muestran qué prioridad le dan al área de ciencia y tecnología. Desde este punto de vista, destacó el financiamiento otorgado en la provincia de Buenos Aires a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC).
“Daniel Scioli tiene una consigna central, que es plantear una etapa de desarrollo y se ha comprometido a elevar el presupuesto para investigación al 1 por ciento del PBI”. A su entender, “no puede haber desarrollo sin incorporación de conocimiento a los sectores productivos. Nadie nos va a regalar el conocimiento científico en áreas críticas. El conocimiento comprado afuera llega tarde y cuando ya no es útil”, dijo. “Sería impensable el desarrollo tecnológico y la innovación productiva si no tuviéramos buena ciencia básica, y la tenemos”, agregó.
“Hoy en día la producción agropecuaria tiene una gimnasia importante en la incorporación de conocimiento y sus mecanismos para implementar conocimientos nuevos, es ágil”. Sin embargo, admitió: “En el caso de los sectores de industria y servicio, esto no se produce de la misma manera y es un tema pendiente”. En esta línea, indicó que la Argentina no puede depender únicamente de los beneficios del sector agropecuario. “Nuestra sociedad apunta a la inclusión y, por lo tanto, no puede funcionar sólo a base de un sector agropecuario sometido a las fluctuaciones de los precios internacionales. Nuestras industrias deben lograr competitividad para profundizar el proceso de distribución de la riqueza, y ello se logra únicamente con la incorporación de conocimiento propio”.
También destacó que “la capacidad de compra del Estado aplicado al desarrollo de tecnologías propias es fundamental para generar soluciones, y además industrias, para llegar a terceros mercados”. Sostuvo también que la innovación productiva parte de las empresas, no de los laboratorios, para eso es crucial una interacción fluida “entre producción y ciencia”, y destacó que “uno de los componentes del desarrollo es la simplificación de trámites”.
Para concluir marcó la diferencia entre las administraciones kirchneristas respecto a las anteriores y enunció de cara al futuro: “En el pasado la ciencia y la tecnología estaban fuera de los proyectos nacionales, pero en la actualidad, contamos con la oportunidad de construir un país con mayor desarrollo”.
ignaciojaw@gmail.com
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miércoles, 2 de septiembre de 2015

Neurociencias: Claudio Fernández

Claudio Fernández, director de uno de los laboratorios más avanzados en neurociencias

De repatriado a repatriador

Dirige el Max Planck, en Rosario, un laboratorio con equipamiento de última generación. Recibe a investigadores argentinos que vuelven al país y a estudiantes extranjeros que vienen a doctorarse. Publican sus trabajos en las principales revistas científicas del mundo.

Por Ignacio Jawtuschenko
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Fernández (en el centro, con los brazos cruzados) y su equipo del laboratorio Max Planck, de Rosario.
Claudio Fernández volvió en el año 2006. Es uno de los más de 1200 científicos que volvieron al país cuando años atrás comenzaron a mejorar las condiciones para la investigación y el desarrollo tecnológico. Pero no volvió solo, procedente de Alemania. Volvió respaldado por la sociedad Max Planck, la poderosa institución científica alemana –considerada la más prestigiosa del mundo junto a las universidades norteamericanas–, e instaló en Rosario el Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular (LMPbioR).
Desde entonces, con el apoyo del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario (UNR), viene dando pasos significativos en la búsqueda y el diseño de un fármaco que permita terminar con el flagelo del Alzheimer y el Parkinson, las enfermedades neurodegenerativas consideradas endemias del futuro. Y además ahora pasó de repatriado a repatriador: impulsa a otros investigadores a que vuelvan, se radiquen en Rosario y se sumen a la aventura del descubrimiento.
“En el exterior me di cuenta del alto nivel con el que nos forman en las universidades argentinas, en Alemania valoraban y aprovechaban mucho nuestro conocimiento. No es lo mismo que la actividad científica se desarrolle en un lugar o en otro, el conocimiento es soberanía, por eso quería volver y hacer en la Argentina ciencia de punta”, sostiene Claudio Fernández en diálogo con Página/12.
En la Siberia, como se conoce en Rosario al campus de la UNR, funciona uno de los centros de producción científica más competitivos del país, con equipamiento de última generación, como un espectrómetro de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) de 600 MHz, digital, con tecnología de criosonda, único en su tipo en el país y un sistema integrado de microscopios capaces de obtener imágenes de células vivas y registrar eventos en lapsos largos.
A fuerza de trabajo en equipo lograron no pasar desapercibidos. Articulando investigación básica con proyectos interdisciplinarios, muestran que la ciencia argentina puede ser hecha alejada de las luces de Buenos Aires y a la vez ser del más alto nivel internacional. De hecho, son referentes internacionales de una especialidad considerada de frontera: la Biología Estructural por Resonancia Magnética Nuclear (RMN). En agosto, por ejemplo, recibieron a cinco científicos de Estados Unidos, cuatro científicos del Brasil, dos de México, dos de Chile, dos de Italia, y dos de Alemania, tanto para entrenarse en técnicas de análisis experimental como para efectuar investigaciones en el campo de esas enfermedades.
En dos años ya fueron sumados cuatro científicos al trabajo en Rosario; los dos últimos en llegar fueron Andrés Binolfi y Verónica Lombardo, que volvieron de Berlín. Binolfi trabaja en un área de frontera, y encabeza el primer grupo en América Latina que trabaja con resonancia magnética nuclear con células vivas de mamíferos (In Cell NMR). Lombardo desarrolla su actividad en el área de la biología celular y animal, buscando identificar posibles biomarcadores de distintos desórdenes neurodegenerativos y efectuar su diagnóstico precoz.
Tienen a mano microscopios considerados de última generación. Allí mismo funciona el centro Internacional de Microscopía de Excelencia Nikon de la UNR; de su tipo en el mundo hay solo trece. Los microscopios son capaces de capturar imágenes en secuencias de tiempo y obtener imágenes tridimiensionales de células vivas. “Contar con microscopios de punta no sirve únicamente para reducir las barreras de la investigación y facilitar el acceso a tecnología de alta gama, sino también facilita la colaboración con científicos e investigadores de todas partes del mundo”, destaca Fernández.
Y no solo vuelven investigadores argentinos que hasta hace poco residían en el exterior. Jóvenes estudiantes como Timo Strohäker, Caterina Masaracchia y Sabine Reen, procedentes de una potencia científica como Alemania, se instalaron en la ciudad santafesina para cursar su doctorado binacional argentinoalemán en biociencias moleculares y biomedicina de la UNR y la Universidad de Goettingen. “Es clave para consolidar el vínculo internacional de la ciencia y universidad argentina, así como para planificar la capacitación y perfeccionamiento en áreas estratégicas para el desarrollo del país”, subraya Fernández. El año próximo vendrá a dictar una conferencia el profesor Stephan Hell, científico alemán de la Universidad de Goettingen, premio Nobel de Química 2014, miembro del claustro de Profesores del Doctorado Binacional en Biociencias Moleculares y Biomedicina.

Descubrir y diseñar fármacos

Además incursionaron en la investigación aplicada a partir de una plataforma tecnológica de descubrimiento, diseño y desarrollo de fármacos en fase preclínica de la Argentina (Sedipfar) y del Instituto de Investigaciones para el Descubrimiento de Fármacos de Rosario (Iidefar UNR-Conicet). El descubrimiento de fármacos es considerado uno de los principales motores de desarrollo económico. A nivel global, el mercado de productos farmacéuticos es un mercado de 900 mil millones de dólares anuales, concentrado mayormente en los países más desarrollados. América Latina representa aproximadamente el 5 por ciento del mercado mundial de medicamentos.
–¿Hay articulación entre la investigación básica que hacen ustedes en universidades y centros de investigación y las empresas farmacéuticas?–No la suficiente. Los países exitosos en este terreno han sido los que generaron una política pública y una legislación que ha promovido que las innovaciones vayan del laboratorio a la industria. El potencial es enorme. El mercado farmacéutico argentino cuenta aproximadamente con más de 7000 productos, moviliza más de 3500 millones de dólares anuales y cuenta con la particularidad de que más de la mitad del mercado de medicamentos está abastecido por empresas de capital nacional.
–¿Qué impide que haya mayor interacción?–No hay nada que impida el establecimiento de una estrecha interacción entre el sistema científico y la industria farmacéutica orientada hacia la búsqueda de nuevos fármacos. La Argentina tiene una fuerte tradición en investigación básica y aplicada en ciencias químicas, bioquímicas y de la salud, con recursos humanos con experiencia en las universidades e institutos más prestigiosos del mundo. No desarrollar nuevos medicamentos pone a Argentina en una situación de desventaja respecto de los países desarrollados.
–Es decir que hay potencial para que el trabajo científico impacte en un sector productivo.–De ser explotado de manera inteligente y enfocada, ese potencial combinado permitiría incrementar en varios órdenes de magnitud el valor agregado de los productos farmacéuticos producidos, haciendo que la industria farmacéutica argentina esté en condiciones de competir a nivel internacional por el descubrimiento y desarrollo de nuevos fármacos. La plataforma tecnológica Sedipfar viene a cumplir esa función de articulación.
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